La Junta de Extremadura prepara una nueva convocatoria de becas para que los jóvenes extremeños de entre 18 y 24 años conozcan la Unión Europea por su propio pie.
El año pasado lanzó por primera vez el programa Jóvenes x Europa del que se beneficiaron 35 extremeños y, aunque para este año todavía no hay convocatoria, desde la Dirección General de Acción Exterior ya preparan un nuevo decreto para introducir algunos cambios en la normativa original antes de lanzar una nueva edición. «De acuerdo con la experiencia obtenida en la primera convocatoria, se incorporan a las bases que regulan la concesión de las becas de viaje las modificaciones necesarias para simplificar tanto los requisitos exigidos para ser beneficiarios de las becas como el procedimiento de concesión», recoge el proyecto de decreto publicado en el Portal de Transparencia del gobierno regional.
En concreto, se proponen tres cambios principales. Por un lado se elimina el requisito que obligaba a los beneficiarios a tener la Tarjeta Sanitaria Europea o el certificado sustitutorio así como el Carné Joven Europeo. Ninguno de estos dos documentos será ya obligatorio para optar a los viajes. «Aunque se tratan de documentos útiles y recomendables, la falta de los mismos no debe constituir un obstáculo».
El segundo cambio tiene que ver con los criterios de valoración de las propuestas presentadas. En este nuevo decreto ya solo se contemplan dos categorías respecto a los grupos conformados: los integrados por tres miembros (que tendrán un punto a la hora de la valoración) y los integrados por entre cuatro y seis miembros (sumarán dos puntos). El año pasado se distribuían hasta en tres grupos y las puntuaciones oscilaban de dos a cinco puntos. En este apartado también se aclara que solo se considerará como visita a una ciudad la permanencia de al menos dos días completos en ese lugar.
Por último, la nueva normativa reduce de 10 a 5 días el plazo para aceptar expresamente por escrito la beca de viaje concedida e intenta, además, solventar otro problema detectado el año pasado: «posibilitar que un suceso de fuerza mayor acaecido a uno de los miembros de un grupo de viaje beneficiario no afecte a la valoración alcanzada por el mismo».
El decreto con estos cambios deberá ser ratificado en Consejo de Gobierno y será su tramitación la que finalmente marque los plazos para el lanzamiento de la nueva convocatoria. Tampoco se conoce aún la dotación presupuestaria exacta que se destinará a la edición de este año, aunque desde la Direción General de Acción Exterior señalan que «sí será un poco superior al que se destinó en 2018», explican
MIENTRAS TANTO ... NINIS Vs SISIS
Durante mucho tiempo se ha hablado de la generación ‘nini’, es decir, de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Ahora cobra fuerza la generación ‘sísí’, los jóvenes que sí estudian y sí trabajan. Tanto que, según los datos analizados por este diario a través de la última Encuesta de Población Activa (EPA), recientemente publicada, los ‘sísí’ ya han adelantado a los ‘nini’ durante el cuarto trimestre de 2018. Esta tendencia general se aprecia también en Cáceres, donde los jóvenes tratan de iniciar su pequeña independencia económica con trabajos más o menos provisionales, y se muestran orgullosos de ello, como se evidencia en los testimonios que se recogen en esta página.
En concreto, el país registra 2,7 millones de personas de 16 a 29 años que ya tienen algún trabajo. De ellas, la cuarta parte, un total de 714.000, realizan estudios a la vez. Estos jóvenes son los ‘sísí’. La mayoría cursan titulaciones regladas (448.000), otros no regladas (236.000), o ambas (30.000). En el lado contrario, hay 628.000 parados de 16 a 29 años que no estudian. Estos son los ‘nini’. La tortilla se ha dado la vuelta de forma extraordinaria porque hace cinco años los ‘nini’ superaban el millón y eran el doble que los ‘sísí’.
«Los chicos que estudian y trabajan siempre han formado una realidad callada, quizás con menos ‘morbo’ que los ‘nini’. Pero es verdad que este fenómeno se ha incrementado un 30% en los tres últimos años, sobre todo porque hay más oportunidades laborales que en los tiempos de crisis», explica Valentín Bote, director de Randstad Research, la empresa líder en servicios de recursos humanos.
Dichos jóvenes realizan una actividad laboral en muchos casos puntual o estacional, aprovechando los picos de turismo o las campañas comerciales fuertes como la Navidad. «Todo ello les va dando una experiencia y unos ingresos», explica el experto. «Otros logran un empleo más permanente, pero siempre buscando el perfil de tiempo parcial para compatibilizar los estudios», subraya.
Muchos se lanzan a buscar unos ingresos en la época universitaria, otros son más prematuros y desde los 16 años tienen una actividad complementaria a los estudios. El nivel de formación también está muy relacionado con los ‘sísí’: «hay más oportunidades para los que ya cuentan con una cualificación alta», matiza Valentín Bote. Además, a estas edades se considera decisiva la madurez. «Tener 20 años es muy distinto a tener 16. Aunque solo sean 4 años, la diferencia es muy relevante desde el punto de vista laboral», indica.
El mercado de trabajo indudablemente ha mejorado, pero sigue «complicado» para los jóvenes. «En el conjunto del país este colectivo registra una tasa del paro del 33%, bien es cierto que en 2013 sobrepasaba el 50%, pero continúa muy alta. En el caso de Extremadura se sigue superando el 50%», matiza Valentín Bote. «La lectura es que a día de hoy, uno de cada dos jóvenes que buscan empleo todavía no lo encuentran», un problema que se «multiplica» cuando presentan un bajo nivel de estudios y escasa experiencia laboral.
NINIS vs SISIS
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